miércoles, 14 de octubre de 2015

ANÁLISIS de LA DESTRUCCIÓN

HAPPENING:

Se considera una expresion artística multidisciplinaria. Los happening se integran a toda experiencia provocación-participación.


OBRA: LA DESTRUCCIÓN (1963) de MARTA MINUJÍN



ANÁLISIS BIBLIOGRÁFICO.-





Marta Minujín nació en Buenos Aires en 1943. En 1960 recibió una beca del Fondo Nacional de las Artes y se mudó a Paris. En 1963 realizó su primer happening, La Destrucción, en un terreno vacío en el Impasse Ronsin. En 1964, Minujín recibió el Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella. Un año después presentó -junto con Rubén Santantolín- La Menesunda, una ambientación que ofrecía situaciones diversas e inusuales diseñadas para modificar las experiencias sensitivas de la audiencia. En 1966 presentó Simultaneidad en Simultaneidad en el ITDT, la versión local del proyecto internacional denominado Three Countries Happening, concebido en colaboración con Allan Kaprow (desde New York) y Wolf Vostell (desde Berlín).
En 1966 la Fundación Guggenheim le otorgó una beca; entre 1967 y 1969, Minujín vivió en New York, donde continuó su experimentación con "arte mediático" - la que había comenzado con Simultaneidad en Simultaneidad- creando obras entre las que se destacan Minuphone (1967) y Minucode (1969). En 1967 diseñó Circuit Super - Heterodyne con motivo de la Expo 67, una Feria Mundial organizada en Montreal. Fue la Fundación Rockefeller la que en 1968 le otorgó a la artista otra beca. En 1973, organizó Soft Gallery en colaboración con Richard Squires, en la Galería Harold Rivkin en Washington.
Se ha mostrado su trabajo artístico en destacadas exhibiciones internacionales, tales como: Corpus Delicti (Institute of Contemporary Art; Londres, Inglaterra;1996), Out of Actions: Between Performance and the Object (The Museum of Contemporary Art; Los Angeles, EEUU; 2007), y Arte (no es) Vida. Actions by Artists of the Americas 1960-2000 (El Museo del Barrio; New York, EEUU; 2008).

En 2011 realizó en Plaza San Martín (Buenos Aires, Argentina) la Torre de Babel con libros de todo el mundo, una obra de arte en proceso y de participación masiva de 7 pisos de alto realizada con 30.000 libros donados por embajadas de todo el mundo y público en general. Se hizo una exhibición en New York para octubre en la Galería Henrique Faria con nuevas fotografías del Pago de la Deuda Externa a Andy Warhol y material histórico de Simultaneidad en Simultaneidad. El Centre Pompidou invitó a Minujín a presentar sus films de 1970 y adquirió uno de sus colchoncitos históricos para la colección permanente.

Este año presento el Fluododecaedro Multifacético y Multidireccional en arteBA 2012 y prepara la Torre de Babel en París, invitada por UNESCO. 



ANÁLISIS CONTEXTUAL.-




En 1963, habiendo finalizado su beca para estudiar con los Nouveaux réalistes en Francia, la artista argentina Marta Minujín decidió, en sus propias palabras, “destruir todas las obras que había hecho en los últimos tres años”. Invitando a sus colegas artistas Lourdes Castro y Miguel Otero a una exposición colectiva en su estudio de la rue Delambre en el distrito XIV, Minujín hizo un catálogo en el que anunció de manera explícita su intención para el fin de la exposición: “le jour de fermeture à 19h. Marta Minujín détruira ses oeuvres”. Esta destrucción se llevo a cabo en un lugar público y al aire libre: los artistas Niki de Saint Phalle, Jean Tinguely y Larry Rivers le permitieron usar un terreno baldío llamado Impasse Ronsin (que notablemente, también fue donde se llevó a cabo el evento grupal/pintura en proceso de Saint Phalle, Disparos, en 1961).
Para esta obra, Minujín reúne todas sus piezas elaboradas con colchones e invita a un grupo de artistas a “destruirlas” creando una obra propia sobre ellas. Posteriormente, un verdugo las
destroza con un hacha y Minujín las quema mientras libera 500 pájaros y 100 conejos entre los participantes. En este happening se pueden ver diferentes influencias que tiene Marta, como el dadaísmo y el simbolismo, y si bien no son directas como se podrían ver en un cuadro, tienen el
mismo significado. El hecho de destruir las cosas por parte de los espectadores desvaloriza a la obra en sí misma y la ubica en el contexto de lo perecedero; las ideas son lo que generan las obras, y al quemarlas es como decir eso fui yo hasta este momento, es tiempo de cambiar y de Emprender otros caminos. El verdugo es también símbolo de la muerte; y por su parte, los pájaros y conejos reflejan la libertad y la inocencia al mismo tiempo y dan un aire de esperanza, un nuevo renacer del espíritu. La provocación que causa el evento es bastante violenta, ya que aparte del caos más directo como el uso del fuego y la propia destrucción, está la provocación a todo el circuito y la empresa del arte.


ANÁLISIS COMPOSITIVO.-






Las fotografías que documentan esta acción, revelan una mezcla extraña de happening eufórico y desolación de posguerra. Los artistas que habían oído hablar del evento antes de la exposición fueron invitados a realizar intervenciones utilizando las obras de Minujín: unos colchones esculturales que colgaban enmarcados, sea usados y recuperados de hospitales o construidos por la artista, y unas almohadas salpicadas con pintura de colores primarios. En su relato de aquel día, Minujín describe esta participación colectiva de su auto-aniquilación: “Ellos [los artistas invitados] tenían que comparecer en el terreno baldío (Impasse Ronsin) a las 18hs del 6 de junio, trayendo los elementos de trabajo que mejor los expresasen. Tuvieron que crear sobre mis obras (como destrucción simbólica); tuvieron que sobreponer sus imágenes a las mías, eliminar, borrar, modificar mis obras. Crear para destruir; quemar mi identidad”. En las imágenes en blanco y negro de ese día, las salpicaduras de pintura blanca que se chorrean por la camisa oscura de manga larga y la falda hasta la rodilla de Minujín crean una línea visual que alinea su cuerpo con las obras en llamas que la rodean. Su cuerpo pintado refuerza, tanto visceral como simbólicamente, la idea de que la artista se está quemando a sí misma en el proceso.
Estos restos inquietantes hacen recordar la auto-inmolación en la época de protestas contra Vietnam. Durante ese mismo año, el monje budista Thich Quang Đức se quemó vivo en protesta a la persecución religiosa del gobierno de Vietnam del Sur, y sus imágenes circularon por todo el mundo a través de una naciente prensa internacional. Sin embargo, Minujín también reafirmó explícitamente una creencia sumamente positivista en el potencial del arte de intensificar la vida y “despertar [al espectador] de la inercia”. Al quemar sus obras, se negó a ser parte de los “cementerios culturales” de los museos y galerías donde (en sus palabras) el arte iba a morir, una “eternidad que no me interesaba”.

 ANÁLISIS COMUNICACIONAL.-



Marta Minujín (* 1941, Argentina) jugó un papel clave en la vanguardia en la Argentina en los años 1960 y 70. En 1963, puso en escena su primer happening conjunta en París, "La Destrucción", en la que ella y sus compañeros artistas quemó las esculturas que habían hecho durante su estancia en París, en una acción impresionante. Desde entonces, ha realizado happenings y acciones numerosos, a gran escala, a veces abarcan varios continentes, y ha abierto nuevos caminos a trabajar con los nuevos medios de telecomunicación. Ella utiliza materiales blandos, no permanentes y se centra en la participación de la audiencia y la liberación de energía colectiva. "La obra de arte es el instante en el que vive el individuo, no la cosa. El advenimiento de desarrollo y no de formas, que terminan relegados al nivel de accesorios. El arte de una sociedad en constante cambio no puede ser de ninguna manera una imagen estática ". (Marta Minujín)

La Destruccion (La Destrucción) es Minujín de primera sucediendo. Interesado en prácticas colaborativas, invitó a artistas como Christo y Lourdes Castro para crear, derribar, recrear y finalmente queman sus instalaciones escultóricas en un terreno baldío en París. Acción final del acontecimiento era liberar a 500 aves y 100 conejos en el lote.


ANÁLISIS CRÍTICO PERSONAL.-

Es una obra que quiere expresar una energía colectiva. Al invitar a más artistas que quemen sus obras de arte simboliza la libertad, el deseo de despertar la inercia.
En las imágenes en blanco y negro de ese día, las salpicaduras de pintura blanca que se chorrean por la camisa oscura de manga larga y la falda hasta la rodilla de Minujín crean una línea visual que alinea su cuerpo con las obras en llamas que la rodean. Su cuerpo pintado refuerza, tanto visceral como simbólicamente, la idea de que la artista se está quemando a sí misma en el proceso.
Simboliza la destrucción: CREAR PARA DESTRUIR.

1 comentario:

  1. cual sería el "instante de la obra de arte"...cuando la realizó..o cuando la destruyó..?!

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